
A veces no entiendo en qué estamos pensando las mujeres. No entiendo cómo es que somos tan ciegas y no nos damos cuenta de lo que realmente nos conviene.
Muchas de nosotras (no todas) parecemos masoquistas, con relación al amor; nos quedamos ciegas con el hombre equivocado, mientras que quien realmente nos ama y nos respeta no tiene ni la menor oportunidad con nosotras.
Preferimos a los hombres que nos pueden hacer sufrir (algunas no), que nos maltrata y nos hiere constantemente, pero no podemos mandar en nuestros sentimientos. Aunque exista un hombre que este dispuesto a dar todo por nosotras, a ese solo lo vemos como un buen amigo.
Personalmente me gustaría poder mandar en mi corazón y elegir querer a quien yo desee, así no amaría a quien no se lo merece. Pero la vida no están fácil, no están sencillo el corazón, no podemos decirle quiere a esta persona, porque te hará feliz y no quieras a esta otra porque te va a lastimar. No, no, no... no se puede hacer eso, es muy difícil. Hay personas que se merecen que les correspondan, y otras que no, pero en su mayoría elegimos mal.
Pero el secreto no está en la apariencia, no, lo que se ve lindo por fuera, no siempre es lindo por dentro. Solemos ser tan superficiales, sólo vemos lo de afuera, lo físico; ignorando lo que tiene esa persona por dentro para ofrecernos. La belleza se acaba con el tiempo, pero esos valores y actitudes permanecen con la persona. No está mal que nos agrade lo que vemos, pero ese no debe ser la brújula que guíe nuestra decisión. No nos basemos en lo externo solamente, tratemos de ver más allá de lo de afuera.
"Vivimos en un mundo de apariencias donde se califica a las personas según su aspecto físico, pero el verdadero amor embellece más que el más caro tratamiento de belleza. La belleza se acaba, pero el amor verdadero vive para siempre".
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