Hay veces en nuestras vidas que estamos muy agitados y entregados al trabajo y a las preocupaciones. No nos damos un momento para reflexionar en nuestra vida y en el propósito que tenemos, no dejamos llevar de la rutina del día a día y no nos damos un tiempo para estar con nosotros mismos.
Llega un momento en que nos sentimos tan, pero tan cansados, que ya no tenemos fuerzas ni siquiera para hacer lo que normalmente hacemos.
Al final de cada día deberíamos tomarnos un momento para estar a solas y pensar sobre lo que hemos hecho durante el día, sobre lo que hemos hecho mal y sobre lo que deberíamos evitar hacer o mejorar al día siguiente.
Todo el mundo necesita un descanso, incluso los que no casi no tienen tiempo para hacerlo. Sentarse, relajarse, respirar, dejar la mente en blanco de tanto trabajo, no le hace daño a nadie de vez en mes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario