Muchas veces nos preguntamos el significado de la
vida; para mí no es más que un regalo que Dios nos da, como dice en su palabra
Él nos creó (Génesis 2:7).
La vida es ese presente tan especial que Dios nos
ha dado para que con nuestros actos dejemos huellas en este mundo. Claro está,
que en la vida no todo es color de rosa, las cosas no son blancas o negras,
existen matices más claros o más oscuros.
Pero, cada etapa de nuestra vida trae consigo un aprendizaje y eso es lo
que realmente importa; no es lo que logramos acumular materialmente hablando,
sino lo que aprendemos y lo que logramos en cada circunstancia.
Es por eso que debemos tratar de vivir, de la
manera correcta, haciendo lo que nos hace felices, siempre y cuando eso que nos
hace felices no le haga daño a las personas que están a nuestro alrededor, sino
que produzcamos un efecto positivo en cada uno de ellos.
Lo mejor es vivir nuestra vida en
los caminos de Dios (Salmo 103:4), allí sabemos que no le hacemos daño a nadie, pero tampoco
debemos juzgar a aquellos que no desean seguir ese camino. Tenemos un libre
albedrío que Dios nos ha regalado para vivir conforme a nuestro sentir.
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